Reiki

Los efectos del Reiki

 

La energía Reiki ayuda al cuerpo en su capacidad natural de sanarse, dándole vitalidad y restableciendo el equilibrio energético a todos los niveles.

 

El practicante puede tener diferentes sensaciones al dar un tratamiento: Muchas veces se nota algo que fluye por las manos, otras una sensación de calor o de frio, hay quien siente picor o cosquilleo en las palmas o presión. También se puede sentir dichas sensaciones en la cabeza, en el lugar del séptimo chakra, lugar por el que entra la energía o por los pies. Todo esto no son más que confirmaciones de que la energía está fluyendo.

 

Simultáneamente, el receptor puede tener sensaciones parecidas o contrarias a las del practicante. La mayoría de los receptores llegan a un estado de profunda relajación, incluso llegando a dormirse. Esto no afecta al tratamiento, más bien todo lo contrario, haciendo que la energía fluya libremente a través de un cuerpo plenamente relajado.

 

El practicante habitual de Reiki, al servir de forma asidua como canal y recibir energía de forma continuada notará los cambios también en sí mismo, ocurriendo así un proceso de limpieza a diferentes niveles que se traducirá en el desarrollo de una confianza en el universo y su sabiduría, adquiriendo un entendimiento y un sentido consciente de unidad con la creación. El amo incondicional llegará a impregnar su vida por completo.